El video arte rompe con la TV

Hemos visto anteriormente que el video tuvo que romper su relación casi filial con la Televisión para así poder constituirse como un arte libre e independiente ¿Pero es real esta separación? ¿Se justifica? ¿Hay algún argumento de fondo que sustente esta separación?

Para Flusser la función del video era servirle a la televisión como instrumento para almacenar y documentar información, un objeto que le permite a la televisión grabar sus programas para luego editarlos y censurarlos, es por esto que el video sirve a la televisión. En palabras de Flusser “El propósito del video es servir a la televisión. Con ese propósito precisamente lo produjeron sus sujetos de decisión……Es pues, un instrumento que está al servicio de los propósitos del sistema televisivo; el cual, a su vez, es un elemento del sistema cultural que nos condiciona y determina” (“El Gesto del Video” de Flusser, pagina 190)

Ahora, contradictorio a Flusser, he de contra argumentar con una sola palabra, velocidad. Televisión y video si son dos cosas separadas y a continuación mostraré una de las tantas por las cuales el video y la televisión se distencian e indpendizan.

La televisión producto de su necesidad de vender mas, y además por el echo de que en la televisión el tiempo es literalmente oro, debió tomar una forma de trabajo donde la rapidez de las imágenes y los cambios es lo principal, así vemos los noticieros, con una verdadera ráfaga de noticias que no nos dan tiempo ni siquiera de procesarlas. Además, en los programas de entrevistas somos testigos de cómo se bombardea a los entrevistados, con preguntas y más preguntas, sin darles a estos la capacidad de tomarse un tiempo para reflexionar o exponer bien su punto de vista, si osan cometer ese pecado, serán agredidos con más preguntas y se harán ver como desinformados.

Por su parte el video, sin ésta necesidad apremiante de producir y producir, buscó la forma de “restituir la vida a sus ritmo propio” (Televisión y videoarte: Pensar contra reloj de Margarita Schultz, revista Cuerda Floja pagina 4) desarrollando su propia línea de trabajo que en el artículo le llaman “morosidad”. Gracias a esto, el video arte es capaz de ir devolviéndole al espectador esa capacidad de concentrarse, de dejar de lado la vida apresurada que lleva con el constante bombardeo de imágenes del día a día, le devuelve nuevamente la capacidad de reflexión, de poder contemplar y hacerse coautor de una obra.

En el fondo, diferencias entre la televisión y el video hay, por ende lo que dice Néstor Olhagaray Llanos en su prologo acerca de cómo el video debió oponerse a la “relación incestuosa que le tendía la institución televisiva. Divorcio necesario para gestar su definición y poder hoy en día hablar de igual a igual con la televisión.”(Del video-arte al net-art de Néstor Olhagaray Llanos, pagina 9) se fundamentan completamente con esto de la velocidad y del tiempo.